El siguiente texto está sacado del capítulo La concepción y el nacimiento de Jesús, que forma parte de la obra que el autor prepara sobre Jesús histórico.
No todos los elementos contenidos en los relatos de la concepción de Jesús son míticos. Los siguientes datos pueden muy probablemente ser considerados históricos:
María y José vivían en Nazaret; ambos estaban “desposados”, o sea
comprometidos; antes de vivir juntos, José se dio cuenta de que María
estaba embarazada y decidió repudiarla en secreto.
Los esponsales judíos
Para comprender adecuadamente estos datos, es necesario encuadrarlos en
el contexto judío de la época, señalando, aunque sea someramente, los
usos y costumbres en relación con la celebración del matrimonio.
La
celebración del matrimonio en tiempos de Jesús se realizaba en dos
tiempos: los desposorios o esponsales y el matrimonio propiamente dicho.
En los esponsales, los novios quedaban comprometidos el uno con el otro
de tal forma que era normal llamarles esposos, como de
hecho lo hace el texto evangélico que estamos analizando. El tiempo de
los esponsales podía durar varios meses e incluso un año antes de
celebrar la boda. Cuando ésta se celebraba, la mujer dejaba la casa de
sus padres para ir a vivir en casa del marido.
Durante
el tiempo que transcurría entre los esponsales y la boda propiamente
dicha, los novios se debían fidelidad, y se consideraba ya a la novia consagrada para su marido.
El embarazo extraconyugal de María
El evangelio de Mateo, e indirectamente también el de Lucas, cuentan cómo habiendo
ya María y José celebrado la ceremonia de los esponsales y antes de la
boda, María se encontró embarazada. Por lo tanto, la concepción de Jesús
fue extraconyugal. Existen dos hipótesis posibles: que María tuvo
relaciones sexuales con José, o que las mantuvo con otro hombre, de
manera consentida o forzada. En este último caso se
trataría de una violación. Debemos descartar la primera posibilidad,
puesto que José, al tener conocimiento del estado de su prometida, pensó
en repudiarla, cosa que no podría hacer si el niño fuera suyo. Desde
el punto de vista histórico, sólo queda una conclusión razonable: no
fue José quien concibió a Jesús, aunque nada se puede decir de la
identidad del progenitor, ni tampoco si fue un acto forzado o
consentido.
Jesús, considerado hijo ilegítimo
Algunos
datos en los evangelios y fuera de ellos parecen apuntar la posibilidad
de que los contemporáneos de Jesús, y en todo caso algunos círculos del cristianismo primitivo, conocían el origen extraconyugal de Jesús.
El evangelio de Marcos (6, 3) nos cuenta cómo los judíos quedaban maravillados de las enseñanzas de Jesús y decían: ¿No es éste el carpintero, el hijo de María?
Parece insólito en una sociedad tradicional como la judía identificar a
una persona por el nombre de su madre… a menos que fuera hijo
ilegítimo.
Esto
puede indicar que alrededor del año 70 del primer siglo, época en la
que se escribió el evangelio de Marcos, los cristianos conocían el hecho
de que Jesús había sido engendrado fuera del matrimonio. Hay que tener
en cuenta que este evangelio no dice nada de la concepción y nacimiento
de Jesús.
El rumor más o menos generalizado de la ilegitimidad de Jesús constituía un hecho muy inquietante para la iglesia primitiva, por lo que posteriormente el evangelio de Mateo (13, 55) retocó la frase para dejarla más socialmente correcta: ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María?
También
podría apreciarse una alusión al oscuro origen de Jesús en el capítulo
ocho del evangelio de Juan. En una agria discusión con Jesús sobre su
origen, los judíos le hacen preguntas insidiosas: ¿Dónde está tu padre? ¿Quién eres tú? Después le espetan: Nosotros no hemos nacido de la prostitución. La
pregunta es: ¿está el autor del evangelio de Juan relatando una escena
acaecida en tiempos de Jesús, o por el contrario está describiendo las
discusiones entre judíos y cristianos a finales del siglo primero y
comienzos del segundo?
Existe
una frase en el evangelio apócrifo de Tomás que hace alusión a las
acusaciones de ilegitimidad vertidas sobre Jesús: Dijo Jesús: «Quien
conociere al padre y a la madre, será llamado hijo de prostituta».
(Logion 105)
Acusaciones judías
Según
el autor católico Raymond Brown, está claramente atestiguado que en el
siglo segundo circulaba un relato entre los judíos según el cual Jesús
era hijo de María y de un tal Pantera. Con ello, atacaban al
cristianismo, acusando a Jesús de ser hijo ilegítimo (1). Asimismo,
hacia el año ciento ochenta y cinco, un filósofo griego llamado Celso
escribió, al parecer fuertemente influenciado por los ambientes judíos,
una obra llamada “El discurso verdadero”. En ella, hace una agria crítica de la doctrina y la práctica cristianas. En cuanto al nacimiento de Jesús,
pone en boca de un judío un relato según el cual María, convicta de
adulterio, fue echada de casa por su marido, carpintero de oficio, tras
quedar preñada de un soldado romano llamado Pantera2.
Posteriormente, en el Talmud judío, se nombra a Jesús como “Jesús, hijo de Pantera”3.
“Las
Actas de Pilatos” es un evangelio apócrifo, también llamado “Evangelio
de Nicodemo”. Los expertos afirman que fue redactado a mediados del
siglo cuarto, pero algunas partes podrían datar del siglo segundo. En él
podemos leer el siguiente diálogo entre judíos contrarios y favorables a
Jesús:
“Los ancianos de los judíos replicaron a Jesús: ¿Qué es lo que decimos?
Primero, que has nacido de la fornicación… Pero algunos judíos que allí
se encontraban, y que eran menos perversos que los otros, decían: No
afirmaremos que procede de la fornicación, porque sabemos que María se
casó con José y que, por ende, Jesús no es hijo ilegítimo… Anás y Caifás
insistieron ante Pilatos, diciendo: Toda la multitud grita que ha
nacido de la fornicación”…4
Lo
que el texto anterior nos dice es que Jesús nació después de que José y
María se casaran, y por tanto, puede decirse que no es hijo ilegítimo.
Esto es compatible con el hecho de que la concepción de Jesús fue
extramatrimonial.
Conclusión
Tanto
los evangelios como la investigación histórica coinciden en afirmar el
hecho del embarazo extraconyugal de María. Es en las explicaciones donde
difieren.Los evangelios de Mateo y Lucas dan una explicación
sobrenatural: fue el Espíritu Santo quien produjo el embarazo de María.
La investigación histórica considera la explicación evangélica una
afirmación de fe que no puede ser comprobada, y por lo tanto no entra
dentro del ámbito histórico.
La concepción divina no es un hecho histórico, sino
una leyenda creada por las primeras comunidades cristianas,
probablemente como respuesta a las acusaciones judías sobre el origen
ilegítimo de Jesús(5). Para ello utilizaron el recurso mítico del niño nacido de una mujer y de un dios que la religión griega empleaba para describir el nacimiento de un héroe o semidiós.
La
historia afirma que María quedó embarazada de un hombre distinto a su
prometido José antes de convivir con éste. Sobre cómo sucedió el hecho y
la identidad del padre, no existen datos comprobados, ya que se trata
de hechos privados e íntimos. Pero en lo esencial, es decir, en la
concepción extramarital de Jesús, coinciden los relatos
evangélicos de Mateo y Lucas y las acusaciones judías de las que sabemos
que existían ya en el siglo segundo, pero no sabemos a ciencia cierta
cuándo comenzaron.
NOTAS
1. Raymond E. Brown, El nacimiento del Mesías, p. 558 ss. Ed. Cristiandad, Madrid 1982.
2. El
libro de Celso se ha perdido. Sólo sabemos su contenido porque
Orígenes, un autor cristiano del siglo tercero, decidió responder a su
escrito y lo cita ampliamente.
5. Raymond E. Brown, idem, p. 558, afirma lo siguiente:
“Mateo presenta a María ya embarazada antes de convivir con José. Esto pudo
ser un hecho de dominio público.
Si
esta situación no fue real sino producto de una imaginación cristiana
romántica, habría que pensar en un gran error religioso, pues tal
situación dio origen a que se acusara a Jesús de ilegitimidad, lo cual
sirvió de apoyo a la polémica anticristiana durante varios siglos.
Pero
supuesto que la situación matrimonial y el embarazo eran hechos
históricos tal como se describen, y no producto de la imaginación, se
comprende que surgiera entre los adversarios de Jesús el rumor de su
ilegitimidad, rumor que puede estar insinuado en Mt 1,18-19.
Al
responder a tal acusación, el evangelio de Mateo no habría tenido
libertad para cambiar el hecho de que Jesús iba a nacer demasiado pronto
después de la boda de María y José. Pero podía tachar de calumniosa la
interpretación judía ofreciendo una explicación cristiana del hecho.”
El profesor Antonio Piñero hace en su blog el siguiente comentario al texto anterior: “he
tenido la impresión leyendo a Brown, y corríjanme los lectores si me
equivoco, que si no fuera por su confesionalidad (no olvidemos que
Raymond Brown es católico), hubiera admitido como historiador
profesional de las ideas, que lo único que puede obtenerse en claro de
los Evangelios de la Infancia a este respecto es que el nacimiento de
Jesús fue extramarital. Y en la sustancia del asunto debería estar de
acuerdo con la opinión judía expresada ya muy pronto, según confirma una
lectura sencilla de Jn 8,41.”
Enero 2010