LA CONCEPCIÓN EXTRACONYUGAL DE JESÚS, por Juan Navas Burgos.

El siguiente texto está sacado del capítulo La concepción y el nacimiento de Jesús, que forma parte de la obra  que el autor prepara sobre Jesús histórico.

No todos los elementos contenidos en los relatos de la concepción de Jesús son míticos. Los siguientes datos  pueden muy probablemente ser considerados  históricos: María y José vivían en Nazaret; ambos estaban “desposados”, o sea comprometidos; antes de vivir juntos, José se dio cuenta de que María estaba embarazada y decidió repudiarla en secreto.
Los esponsales judíos

Para comprender adecuadamente estos datos, es necesario encuadrarlos  en el contexto judío de la época, señalando, aunque sea someramente, los usos y costumbres en relación con la celebración del matrimonio.
La celebración del matrimonio en tiempos de Jesús se realizaba en dos tiempos: los desposorios o esponsales y el matrimonio propiamente dicho. En los esponsales, los novios quedaban comprometidos el uno con el otro de tal forma  que era normal llamarles esposos, como de hecho lo hace el texto evangélico que estamos analizando. El tiempo de los esponsales podía durar varios meses e incluso un año antes de celebrar la boda. Cuando ésta se celebraba, la mujer dejaba la casa de sus padres para ir a vivir en casa del marido.
  
Durante el tiempo que transcurría entre los esponsales y la boda propiamente dicha, los novios se debían fidelidad, y se consideraba ya a la novia  consagrada para su marido.
El embarazo extraconyugal de María

El evangelio de Mateo, e indirectamente también el de Lucas, cuentan cómo  habiendo ya María y José celebrado la ceremonia de los esponsales y antes de la boda, María se encontró embarazada. Por lo tanto, la concepción de Jesús fue extraconyugal. Existen dos hipótesis posibles: que María tuvo relaciones sexuales con José, o que las mantuvo con otro hombre, de manera consentida o forzada. En este último  caso se trataría de una violación. Debemos descartar la primera posibilidad, puesto que José, al tener conocimiento del estado de su prometida, pensó en repudiarla, cosa que no podría hacer si el niño fuera suyo.   Desde el punto de vista histórico, sólo queda una conclusión razonable: no fue José quien concibió a Jesús, aunque nada se puede decir de la identidad del progenitor, ni tampoco si fue un acto forzado o consentido.
Jesús, considerado hijo ilegítimo

Algunos datos en los evangelios y fuera de ellos parecen apuntar la posibilidad de que los contemporáneos de Jesús, y en todo caso algunos círculos del  cristianismo primitivo, conocían el origen extraconyugal de Jesús.
El evangelio de Marcos (6, 3) nos cuenta cómo los judíos quedaban maravillados de las enseñanzas de Jesús y decían: ¿No es éste el carpintero, el hijo de María? Parece insólito en una sociedad tradicional como la judía identificar a una persona por el nombre de su madre… a menos que fuera hijo ilegítimo.
Esto puede indicar que alrededor del año 70 del primer siglo, época en la que se escribió el evangelio de Marcos, los cristianos conocían el hecho de que Jesús había sido engendrado fuera del matrimonio. Hay que tener en cuenta que este evangelio no dice nada de la concepción y nacimiento de Jesús.
  
El rumor más o menos generalizado  de la ilegitimidad de Jesús constituía un hecho   muy inquietante para la iglesia primitiva, por lo que  posteriormente el evangelio de Mateo (13, 55) retocó la frase para dejarla más socialmente correcta: ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María?
También podría apreciarse una alusión al oscuro origen de Jesús en el capítulo ocho del evangelio de Juan. En una agria discusión con Jesús sobre su origen, los judíos le hacen preguntas insidiosas: ¿Dónde está tu padre? ¿Quién eres tú? Después le espetan: Nosotros no hemos nacido de la prostitución.  La pregunta es: ¿está el autor del evangelio de Juan relatando una escena acaecida en tiempos de Jesús, o por el contrario está describiendo las discusiones entre judíos y cristianos a finales del siglo primero y comienzos del segundo?
  
Existe una frase en el evangelio apócrifo de Tomás que hace alusión a las acusaciones de ilegitimidad vertidas sobre Jesús: Dijo Jesús: «Quien conociere al padre y a la madre, será llamado hijo de prostituta». (Logion 105)
Acusaciones judías

Según el autor católico Raymond Brown, está claramente atestiguado que en el siglo segundo circulaba un relato entre los judíos según el cual Jesús era hijo de María y de un tal Pantera. Con ello, atacaban al cristianismo, acusando a Jesús de ser hijo ilegítimo (1). Asimismo, hacia el año ciento ochenta y cinco, un filósofo griego llamado Celso escribió, al parecer fuertemente influenciado por los ambientes judíos, una obra llamada  “El discurso verdadero”. En ella, hace una agria crítica  de la doctrina y la práctica cristianas.  En cuanto al nacimiento de  Jesús, pone en boca de un judío un relato según el cual María, convicta de adulterio, fue echada de casa por su marido, carpintero de oficio, tras quedar preñada de un soldado romano llamado Pantera2.
Posteriormente, en el Talmud judío, se nombra a Jesús como “Jesús, hijo de Pantera”3.
“Las Actas de Pilatos” es un evangelio apócrifo, también llamado “Evangelio de Nicodemo”. Los expertos afirman que fue redactado a mediados del siglo cuarto, pero algunas partes podrían datar del siglo segundo. En él podemos leer el siguiente diálogo entre judíos contrarios y favorables a Jesús:

“Los ancianos de los judíos replicaron a Jesús: ¿Qué es lo que  decimos? Primero, que has nacido de la fornicación… Pero algunos judíos que allí se encontraban, y que eran menos perversos que los otros, decían: No afirmaremos que procede de la fornicación, porque sabemos que María se casó con José y que, por ende, Jesús no es hijo ilegítimo… Anás y Caifás insistieron ante Pilatos, diciendo: Toda la multitud grita que ha nacido de la fornicación”…4

Lo que el texto anterior nos dice es que Jesús nació después de que José y María se casaran, y por tanto, puede decirse que no es hijo ilegítimo. Esto es compatible con el hecho de que la concepción de Jesús fue extramatrimonial. 
Conclusión

Tanto los evangelios como la investigación histórica coinciden en afirmar el hecho del embarazo extraconyugal de María. Es en las explicaciones donde difieren.Los evangelios de Mateo y Lucas dan una explicación sobrenatural: fue el Espíritu Santo quien produjo el embarazo de María. La investigación histórica considera la explicación evangélica una afirmación de fe que no puede ser comprobada, y por lo tanto no entra dentro del ámbito histórico.
La concepción divina no es un hecho  histórico,  sino una leyenda creada por las primeras comunidades cristianas, probablemente como respuesta a las acusaciones judías sobre el origen ilegítimo de Jesús(5). Para ello utilizaron el recurso mítico del  niño nacido de una mujer y de un dios que la religión griega empleaba para describir el nacimiento de un héroe o semidiós.

La historia afirma que María quedó embarazada de un hombre distinto a su prometido José antes de convivir con éste. Sobre cómo sucedió el hecho y la identidad del padre, no existen datos comprobados, ya que se trata de hechos privados e íntimos. Pero en lo esencial, es decir, en la concepción extramarital de Jesús, coinciden  los relatos evangélicos de Mateo y Lucas y las acusaciones judías de las que sabemos que existían ya en el siglo segundo, pero no sabemos a ciencia cierta cuándo comenzaron.
NOTAS
1.  Raymond E. Brown, El nacimiento del Mesías, p. 558 ss. Ed. Cristiandad, Madrid 1982.
2.  El libro de Celso se ha perdido. Sólo sabemos su contenido porque Orígenes, un autor cristiano del siglo tercero, decidió responder a su escrito y lo cita ampliamente.
3.  Para un estudio filológico detallado del nombre "Pantera", ver Gerardo Jofre, Yeshu Ben Pantera, http://www.arqueologos.org/arque-bibli/130-yeshu-ben-pantera.html
4. Evangelio de Nicodemo, 6-7. Traducción de Edmundo González Bueno, Los evangelios apócrifos, http://escrituras.tripod.com/Textos/EvNicodemo.htm
5. Raymond E. Brown, idem, p. 558, afirma lo siguiente:  
        “Mateo presenta a María ya embarazada antes de convivir con José. Esto pudo   
          ser un hecho de dominio público.

 Si esta situación no fue real sino producto de una imaginación cristiana romántica, habría que pensar en un gran error religioso, pues tal situación dio origen a que se acusara a Jesús de ilegitimidad, lo cual sirvió de apoyo a la polémica anticristiana durante varios siglos.

Pero supuesto que la situación matrimonial y el embarazo eran hechos históricos tal como se describen, y no producto de la imaginación, se comprende que surgiera entre los adversarios de Jesús el rumor de su ilegitimidad, rumor que puede estar insinuado en  Mt 1,18-19. 

Al responder a tal acusación, el evangelio de Mateo no habría tenido libertad para cambiar el hecho de que Jesús iba a nacer demasiado pronto después de la boda de María y José. Pero podía tachar de calumniosa la interpretación judía  ofreciendo una  explicación cristiana del hecho.” 
El profesor Antonio Piñero hace en su blog el siguiente comentario al texto anterior: “he tenido la impresión leyendo a Brown, y corríjanme los lectores si me equivoco, que si no fuera por su confesionalidad (no olvidemos que Raymond Brown es católico), hubiera admitido como historiador profesional de las ideas, que lo único que puede obtenerse en claro de los Evangelios de la Infancia a este respecto es que el nacimiento de Jesús fue extramarital. Y en la sustancia del asunto debería estar de acuerdo con la opinión judía expresada ya muy pronto, según confirma una lectura sencilla de Jn 8,41.” 
Enero 2010